sábado, 12 de agosto de 2006

TAUROS

Hace mucho tiempo en un pueblo, existía la diosa del agua.
En el castillo había dos torres, una puerta grande de madera, un caracol en un puente, un perrito guardián, una serpiente amiga de un dinosaurio y una mariposa que vio a una flor y se hicieron amigas.
En el pueblo vivían el caballero que protegía a la puerta y a la diosa y a la hija de la diosa.
Un día el pueblo Tauro le declaró la guerra al pueblo del agua, se hizo de noche y todos se fueron a su casa con miedo.
El mago de los Tauros fue a visitar el pueblo del agua, y el muy malvado entró tirando la puerta de madera, no se escuchó nada porque el mago había lanzado un hechizo para que no se escuche nada, y otro hechizo más para que la comida del piso se convierta en guerreros de Tauros.
Se hizo de día, cayó la luna y subió el sol redondo amarillo iluminando todo el castillo. Todos se despertaron se estaban preparando para la guerra. La luna quería más a los Tauros y el sol defendía al pueblo de agua. De un lado estaba todo el equipo del agua se sentían con miedo, terror, muchos tenían deseos de que aparezca alguien que los defienda, que sea muy valiente que tenga un arma súper buena, que tenga poderes.
Los Tauros solo querían destruir el pueblo y quedarse con el tesoro.
Así fue que comenzó la guerra, y la luna y el sol también comenzaron a pelear.
El pueblo del agua estaba ganando cuando de repente cayó un rayo de oscuridad y apareció el Gran Dios Malvado.
-¿Quién eres tu? Preguntó el caballero
-Soy el gran Dios de los Tauros, idiota!!
La mariposa de tanto miedo, se fue volando y se escondió detrás de una flor. En ese momento apareció el gran sirviente del Dios de los Tauros.
-¿De dónde sacaste a este tipo? Preguntó el caballero
-Lo saqué de http://www.monstruosparaelgir.com.ar/
El caracol también se fue a esconder, detrás de la mariposa
-No me queda otra opción que destruirte en mil pedacitos- dijo el Dios al Guerrero
Al escuchar esto, la mariposa , la montaña, el caracol y la flor dijeron: –¡Vamos a ayudar!
Justo en el mismo momento que apareció un samurai diciéndole al Dios: -¡Yo y mis animales te venceremos!
Y entonces todos los animales atacaron. Pero el Dios les pegó una piña y salieron volando y al caballero y al samurai los despedazó.
La Diosa protegió mucho a su hijo.
De pronto apareció el sol y dijo: -Venceré tengan valor!!
Pero no fue así, el mago malvado y su ayudante atacaron y vencieron al sol.
Todos creyeron que la luna iba a volver pero de pronto apareció el caballero sagrado que venía en barco. En el pueblo se preguntaban “Será bueno o malo?” El caballero dijo -Maldito Dios tu destruíste a mi pueblo y a mi familia haré lo mismo contigo. El pueblo de agua dijo: ¡¡ehhhh!! Y le pegó con su enorme espada al Dios, y lo destruyó, así hizo con todos los demás Tauros.
Todos festejaban y decían:¡¡Viva el sagrado guerrero!! Todos se sintieron muy felices. Como premio, de recompensa, por salvar al pueblo te daremos la llave del pueblo del agua y nuestra medalla. El caballero no se iría solo con eso, agarró el diente de oro del jefe de los guerreros, la serpiente roja, la cadena del zombi y por ultimo su espada tenía un símbolo y se la quitó.
-Diosa,¿tenés un caldero?
-Si
Metió en el caldero la serpiente roja, el diente de oro la medalla y por último le sacó al Dios el alma y la metió. Con su palo revolvió. Pasaron dos semanas y el guerrero volvió a donde estaba el caldero y por ultimo puso su pulsera. El caldero explotó, pudo así revivir al caballero y al samurai. Finalmente nadie vio partir al caballero que se fue en su barco. La llave se fue con él.


La luna y el sol se hicieron amigos. Nadie volvió a saber del caballero.
La Diosa protegió a su pueblo tanto como a su hijo.
Fin


TAUROS

Este cuento fue escrito por
Camila Aramayo, Martín Fontana
y Sofía Barrantes

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